Testimonio de la peregrinación de jóvenes a Fátima


PEREGRINACIÓN   A  FÁTIMA  2013
Esta peregrinación de cinco intensos días a Fátima ha sido un viaje lleno de grandes recuerdos, un viaje que ha quedado grabado en nuestro corazón y en el que hemos hecho compañía a nuestra queridísima Virgen de Fátima.
Este encuentro con Ella nos ha originado un gran cambio espiritual, un cambio hacia el interior de la persona y nos ha dado una gracia especial para continuar nuestro recorrido cristiano que llevamos haciendo desde que recibimos el primer sacramento, el Bautismo.
El encuentro con la Virgen ha sido muy emotivo, especialmente en el Año de la Fe, y por eso destaco sobre todo el lema de esta peregrinación: “Feliz tú que has creído”. Ese es el sentimiento más grato y que más me reconforta.
Todos aquellos kilómetros, pasos, canciones, testimonios y charlas han merecido la pena solo por ver aquella mirada de esperanza.
Las oraciones eran intensas, llenas de un gran silencio arrebatador, que con tanta ilusión rezábamos por aquellas personas pecadoras, por todos nuestros familiares, y en general, por todos nuestros hermanos.
Personalmente mi gran día en Fátima fue cuando tuve que leer la primera lectura de la eucaristía del domingo en honor a la Virgen. Acercarme a Ella, verla y sentir su apoyo y su cariño fue algo inolvidable en mi vida. También sentí su presencia durante la mañana del viacrucis, y a pesar del mal tiempo, sentimos que nos acompañaba en el camino.
Me asombró mucho todos aquellos jóvenes y familias que iban por mí misma razón, verla, sentir la emoción de los tres pastorcillos y entender sus sentimientos, y por fin originar un cambio en nuestro corazón.
A pesar de algunas malas noticias, comprendimos que teníamos que dar gracias a Dios por todos los días que vivimos y disfrutamos del reino de Dios, y que al comprometernos con el Señor y con nuestra Madre, solo podemos darnos cuenta de que somos AFORTUNADOS.
Que esta vivencia de la peregrinación sea una puerta abierta  para vivir la Semana Santa y acompañar a la Virgen en la Pasión de su Hijo.
Y, como tantas veces hemos cantado en el camino le pido a la Virgen:”…ayúdame a seguir tus pasos, a ser fiel al Señor y contarle a todos que encontré tu amor.”
Muchas gracias a todos por todo lo compartido y ¡HASTA EL AÑO QUE VIENE EN FÁTIMA!

Cristina Condado

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