El domingo día 28, en la celebración de la Misa, por la tarde, un gran número de adolescentes acompañaron a quienes van a recibir el próximo domingo día 11 el Sacramento de la Confirmación. A éstos se les impuso una cruz como signo de su deseo de ser testigos de Cristo, que muriendo en la cruz por nosotros y resucitando nos da la vida nueva, la alegría de ser hijos de Dios. La parroquia entera debe vivir con gozo este acontecimiento y unirse en oración por los que son el futuro de la Iglesia y del mundo. Debemos invocar al Espíritu Santo para que actúe en ellos y se decidan a decir "sí" a Cristo y a la Iglesia, comprometerse a vivir como verdaderos cristianos en todos los ambientes y circunstancias de su vida. Es un regalo para todos que debemos acoger y aprovechar, aunque no se participe directamente en la celebración, pero el Señor quiere renovar en nosotros el Don que un día también otros recibimos.
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