Peregrinación de jóvenes a Guadalupe


Otro año más, 500 jóvenes de la diócesis de Toledo salimos hacia Guadalupe con ganas de darlo todo y de vivir una experiencia inolvidable. En nuestras caras se veía ilusión, esperanza, alegría, y sobre todo, las ganas de reencontrarnos con María.

Después de tres días de duro camino, al llegar a Guadalupe y ver a la Virgen, te olvidas completamente del cansancio acumulado, del dolor de piernas, del calor mientras andabas...  Es entonces cuando te das cuenta de que con Ella todo se puede lograr, tu cara se llena de alegría y no puedes dejar de sonreír. Sientes que Ella está junto a ti y que nunca te va a dejar.

Sin duda, uno de los momentos más bonitos de este 25 aniversario de la peregrinación a Guadalupe fue el momento "mini JMJ". La plaza fue ocupada por más de 4.000 personas de nuestra diócesis que querían dar la bienvenida al Año de la Fe y nada mejor que hacerlo con la Santa Misa.

Es en estos encuentros cuando te paras a pensar en la gente que tiene miedo al "que dirán" y esconden su vida cristiana.  Estas personas no saben que la Iglesia es joven y divertida y que nunca estarán solos.

Ana Muñoz Cejuela




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